Haz
tuya esta palabra y reconoces que Dios nunca se ha olvidado de ti, y
que tú y todos los que estamos en este mundo fuimos la razón por la cual
Dios dio a su hijo unigénito Jesucristo para que tengamos vida y vida
abundancia, así que se valiente y no tema. Porque al final todo obra
para bien.
"Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y
serás fuerte, y nada temerás; Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de
ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el
mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. (JOB 11:15-17